Reina de los astros, ¡Luna!,
Como tu luz no hay ninguna;
Si el alba tiene arrebol,
Si tiene rayos el sol,
Su luz de fuego importuna.
Cansa por cierto ese ardor
Con claridad tan extrema;
Bello es del alba el color,
Bello del sol el calor,
Pero tanta lumbre quema.
¡Oh, de la tuya templada
Es fantástico el imperio!
Tú con tu luz plateada
Das de la sombra a la nada
Los contornos del misterio.
¡Oh noches encantadoras,
Volved con tanta riqueza!
¡Hermosas son vuestras horas,
Que embellecen seductoras
Del ánima la tristeza y
Como aquéllas ¡no hay alguna;
Que en vez de sombra importuna
Traen por orgullo con ellas
Mil ejércitos de estrellas
Cortesanas de la luna.
Zorrilla, José, 1817-1893
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