[...] Margarita.
Y que por cierta porfia con Flora intento apurarla, has de contármelo todo: y en muestra de que obligada tengo de quedarte, toma (que no tengo aquí otra alhaja mas á ano) este reloj.
Capricho.
El primer lacayo que haya visto el mundo hasta hoy seré, con reloj de porcelana, a quien diamantes adornan y tulipanes esmaltan.
Margarita:
Toma.
Capricho.
No sé si me atreva. (Toma el reloj.)
Margarita.
Puer qué es lo que le acobarda?
Capricho.
Que siendo de sol en ti, en mi sea de campana; y dándole tú pos muestra, yo despertador le haga, si te digo que es verdad que por celos de una dama, un señor le hizo seguir: y mas sí me preguntaras luego quién era el señor, y quién la dama era… Guarda. [...]
Calderon de la Barca, in Basta Callar
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