[...] César.
A quién, cielos, sucedería que dos dichas embaracen, y no embaracen mil penas? Oh qué largo es hoy el dia! Qué hora será?
Capricho.
Seis y media.
César.
Mientes.
Capricho.
No es posible que reloj tan pintado mienta.
César.
Si ves que ya el sol declina, cómo puede ser que sean las seis y media no mas?
Capricho.
El sol ha cerrado la cuenta; porque decline ó conjugue, o haga lo que le parezca, el puede engañarse, y este no puede.
César.
Bueno es que quieras pensar que él anda mejor que el sol.
Capricho.
Pues; quién no lo piensa de su reloj? [...]
Calderon de la Barca, in Basta Callar
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