Platón es quien habla de la reminiscencia, capaz de incorporar activamente el pasado al presente, al tiempo real. La reminiscencia se constituye en una técnica espiritual, y genera expresiones poéticas, entre ellas la elegía, género de la memoria (tutelado por Mnemosyne). La elegía es un género ritual y social antes de ser literario; existe en pueblos de muy diverso grado de evolución, como rito que hace soportable para cada individuo la pérdida de los deudos. El llanto se convierte en canto y engendra la elegía funeral, en que se llora la pérdida, se recuerda al ausente y finalmente se lo celebra en su inmortalidad.
Por eso se dice que la elegía tiene dos tiempos: lamentación y consolación. El poeta la cultiva espontáneamente, pero a veces conoce el género por su cultura poética, y lo practica con pleno conocimiento. (Conocemos elegías de Tibulo, Propercio, Horacio, Garcilaso de la Vega, Nicolás Guillén, Federico García Lorca, Daniel Devoto, Olga Orozco, Alfonso Sola González, Teuco Castilla).
Graciela Maturo
quinta-feira, 30 de agosto de 2018
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