Está claro, ya te seguimos, parece sencillo a primera vista, te conocemos bien “acabo de llegar corriendo” y convengamos en que te estábamos esperando y nos cosquillea la curiosidad de ver hacia dónde dirigen tus pasos… Nosotros tampoco tenemos qué hacer, nuestros pasos te siguen, guardemos esta distancia que será necesaria para la libertad de todos, dices, daremos vueltas entonces a la noria mirándonos de soslayo y sin verdaderamente proponérnoslo abordaremos los mismos horizontes cabalgando cabalgando a espaldas unos de los otros… “la envergadura de nuestras alas deslizan el mismo espacio” Reloj de sol reloj de arena cerniendo en gnomon la sombra revuelta de un tiempo que no cumplimos.
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