sábado, 4 de junho de 2022

Meditações - mais cinzas da amada na ampulheta

Miraba Fabio en un relox de arena

de la muerta Lucinda las cenizas,

las blancas manos y las trenzas rizas,

olvido triste y afrentosa pena.

 

Miró la suya en la desdicha ajena,

y dijo: ¿Qué beldad no atemorizas,

ceniza, que inconstante solemnizas

el ser que a su inconstancia te condena?

 

¡O no escuchado golpe de la muerte!

pues corta siempre con la misma espada

la dulce vida y la amorosa suerte;

 

que siguiendo conforme su jornada,

cuando la vida en polvo se convierte,

queda el fuego de amor ceniza helada.

FRANCISCO DE BORJA, PRINCIPE DE ESQUILACHE (1581-1658)

Obras em verso (1648)

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