quarta-feira, 4 de junho de 2025

Meditações - todos os relógios parados

José Saramago, el hombre que paró todos sus relojes a la misma hora solo por amor. El escritor portugués sentía pasión por su compañera Pilar del Río

Esa noche, como todas, Pilar recorrió la casa recogiendo uno a uno los relojes –de pared, de mesa– para llevarlos a la terraza y alejarlos lo más posible de sus oídos. Necesitaba escaparse de ese tictac que la martirizaba y no la dejaba dormir.

Así siempre.

Cada noche, todos los relojes.

Hasta que José le dijo:

–Ya no vas a tener que hacer más tu excursión nocturna. Voy a dejar que los relojes se vayan parando. No voy a darles más cuerda.

Días después, la tomó de la mano y la llevó, reloj por reloj.

–¿Ves? Ninguno hace ruido –le dijo él, feliz como un niño.

Todos marcaban la misma hora:

las cuatro.

–¿Por qué las cuatro? –le preguntó Pilar.

Él la miró:

–Porque es la hora en que nos conocimos.


(Do Facebook - La Biblioteca de Alejandría)

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